Versión 4,1

11 de Agosto de 2018

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Pedro Mejías en la Red

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¡Bienvenidos a mi página en la Red!

Según un viejo cuento, un británico, orgulloso de su democracia se presentó ante el director del "Times" de Londres exigiéndole publicar un artículo suyo intitulado "Muera el Rey"
-No puedo publicarlo -dijo el editor- porque es injurioso.
-Y entonces, ¿cómo queda la libertad de prensa?
-Ah, muy bien, si no lo publico es porque hago uso de mi libertad de pensamiento.
-Está bien, pero aconséjeme que hacer.
-Comprarse la maquinaria apropiada y establecer un periódico.
Moraleja: cuando cada ciudadano tenga su propio periódico la libertad de prensa será un hecho.
De algún modo la red se ha transformado en esa posibilidad, sino para todos, si para muchos más de los que tienen acceso a la prensa y las editoriales. Así pues nuevamente:

Bienvenidos a mi página en la Red.


Desde hace algún tiempo he venido reflexionando sobre el diario acontecer, sobre este ser que somos, y sobre lo que vamos haciendo con nuestras vidas, individuales y colectivas. Y esto no es en absoluto algo nuevo ni original, desde hace unos tres mil años hemos estado pensando acerca de ello, y durante ese mismo lapso de tiempo hemos visto irse muchas vidas en la lucha por el encuentro de respuestas, de esa razón fundamental que de algún modo nos aliente en el tránsito. Quienes hemos llegado tarde al germen de aquellas ideas, obviamente no hemos hecho más que recrearnos en viejas escuelas, y con el número creciente de habitantes que en la actualidad compartimos el planeta se nos ha hecho muy difícil trascender, sentar tal vez una guía para nuestras propias vidas que nos permita desarrollar a cada uno sus propias y valederas razones, pasadas por la criba y el crisol.

Probablemente mi escasa capacidad para entender lo que somos, para conocer al humano sea lo que ha dado origen a estas páginas, desde hace tiempo vengo mirando y sintiendo el pasar de los días que se fueron convirtiendo en años con los que mirar la vida humana con su bajezas y grandezas. Me permito exponer aquí, en una forma ingenua la mirada en que tengo los pasos de estos seres que somos, me permito revisar, disentir, gritar y aplaudir las caricias y voces que encontré en el trozo de tiempo que me ha tocado en ventura andar.

A cada generación le ha tocado medirse con las circunstancias que la han definido y cada una ha tenido sus realidades, difíciles y aterradoras, así, cada tiempo ha definido a sus héroes y a sus enemigos, no siempre con éxito, ni de una manera clara. Paso las hojas de la historia mientras vivo mi sendero y mientras voy viendo el tiempo que ha quedado lleno de cadáveres me parece que el entendimiento de la naturaleza que poseemos se torna ambiguo y distante.

Habitan estas páginas los trazos de huellas que han dejado quienes han transitado los difíciles senderos de la vida, muchos de ellos hicieron contribuciones con su palabra o su ejemplo, otros a través de sus actos en forma directa o indirecta, trato de ver en estas reflexiones al ser universal que habita la tierra para su beneficio y el de sus semejantes.

Quisiera a través de estas humildes páginas llamar al ser que pudimos haber sido para recordar y entender que no estamos necesariamente condenados al fracaso y la extinción. Someto a su consideración mis líneas para compartir esto que he visto y vivido hasta ahora.

Pedro Mejías

 

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