¡Bienvenidos a mi página en la
Red!
Según un viejo cuento, un británico, orgulloso de su
democracia se presentó ante el director del "Times"
de Londres exigiéndole publicar un artículo suyo intitulado
"Muera el Rey"
-No puedo publicarlo -dijo el editor- porque es injurioso.
-Y entonces, ¿cómo queda la libertad de prensa?
-Ah, muy bien, si no lo publico es porque hago uso de mi libertad de
pensamiento.
-Está bien, pero aconséjeme que hacer.
-Comprarse la maquinaria apropiada y establecer un periódico.
Moraleja: cuando cada ciudadano tenga su propio periódico la
libertad de prensa será un hecho.
De algún modo la red se ha transformado en esa posibilidad, sino
para todos, si para muchos más de los que tienen acceso a la
prensa y las editoriales. Así pues nuevamente:
Bienvenidos a mi página en la Red.
Desde hace algún tiempo he venido reflexionando
sobre el diario acontecer, sobre este ser que somos, y sobre lo que
vamos haciendo con nuestras vidas, individuales y colectivas. Y esto
no es en absoluto algo nuevo ni original, desde hace unos tres mil años
hemos estado pensando acerca de ello, y durante ese mismo lapso de tiempo
hemos visto irse muchas vidas en la lucha por el encuentro de respuestas,
de esa razón fundamental que de algún modo nos aliente
en el tránsito. Quienes hemos llegado tarde al germen de aquellas
ideas, obviamente no hemos hecho más que recrearnos en viejas
escuelas, y con el número creciente de habitantes que en la actualidad
compartimos el planeta se nos ha hecho muy difícil trascender,
sentar tal vez una guía para nuestras propias vidas que nos permita
desarrollar a cada uno sus propias y valederas razones, pasadas por
la criba y el crisol.
Probablemente mi escasa capacidad para entender lo
que somos, para conocer al humano sea lo que ha dado origen a estas
páginas, desde hace tiempo vengo mirando y sintiendo el pasar
de los días que se fueron convirtiendo en años con los
que mirar la vida humana con su bajezas y grandezas. Me permito exponer
aquí, en una forma ingenua la mirada en que tengo los pasos de
estos seres que somos, me permito revisar, disentir, gritar y aplaudir
las caricias y voces que encontré en el trozo de tiempo que me
ha tocado en ventura andar.
A cada generación le ha tocado medirse con las
circunstancias que la han definido y cada una ha tenido sus realidades,
difíciles y aterradoras, así, cada tiempo ha definido
a sus héroes y a sus enemigos, no siempre con éxito, ni
de una manera clara. Paso las hojas de la historia mientras vivo mi
sendero y mientras voy viendo el tiempo que ha quedado lleno de cadáveres
me parece que el entendimiento de la naturaleza que poseemos se torna
ambiguo y distante.
Habitan estas páginas los trazos de huellas
que han dejado quienes han transitado los difíciles senderos
de la vida, muchos de ellos hicieron contribuciones con su palabra o
su ejemplo, otros a través de sus actos en forma directa o indirecta,
trato de ver en estas reflexiones al ser universal que habita la tierra
para su beneficio y el de sus semejantes.
Quisiera a través de estas humildes páginas llamar al ser que pudimos haber sido
para recordar y entender que no estamos necesariamente condenados al
fracaso y la extinción. Someto a su consideración mis
líneas para compartir esto que he visto y vivido hasta ahora.