Ablación


Mirar desde los portales el paso del verdugo
percibir desde las cercanías el acre aroma de la muerte
sentir el vaho del fuego extinto de la hoguera que castigó
escuchar las lágrimas de mujeres y niños
que no comprenden qué ha sucedido
mientras avanza triunfante la marcha de los herejes.

Se han acallado las voces que clamaban justicia
se han cercenado las manos de quienes tocaban arpegios distintos
es la sangre de quien no apoya la palabra de tiranía
esa que tiñe calles y aceras
hemos visto morir a un trozo de lo que fuimos
vimos caer las manos de quienes alguna vez alimentaron al hambriento
miramos el hierro hundido en el costado de quien
una vez cantaba cuentos de espanto y esperanzas
junto a las espadas de quienes respondieron a la agresión
y vi entre los cadáveres a tantos olvidados de los hombres
a tantas madres que no quisieron entregar al hijo

Y sin embargo todo ha pasado ya,
eso queremos creer, en nuestros corazones
aunque sabemos la semilla del odio dispersa aún
en medio de los sobrevivientes

Ha caído tanto sol en los senderos
han disuelto los pasos dejados tantas lluvias
que se han desecho los recuerdos que traíamos
se han deshilachado los jubones que nos protegían
de la larga mueca de la noche
de la ponzoña de su frío y de su estela de desesperanza.

 

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