Cornucopia
Pasando los dedos entre las fuentes celestes
que guardan la ausencia de los anacoretas
he sentido el rumor del aliento de lejanos durmientes
de antiguos enfermos que curaron sus dolencias
de desoladas doncellas raptadas por bárbaros.
Caminos deshago buscando reposo,
recuerdos y cuerdas con las que asir tesoros
las enhiestas coronasde la noche orlada de claveles
tengo estas manos cocidas de piedras de cuarzo
y a las fuerzas de mis brazos el trabajo
y para mi pensamiento un remoto bálsamo.
Cielo abierto de aguas celestinas
luna triste de argentina pureza nocturna
encanecidas sierras en la obscura lejanías de las galaxias
pesadas masas que gravitan sobre mi cabeza.
Miro las fuentes que esparcen sus aguas a los senderos
insuflando fuerza con el cristalino líquido,
y de la tierra sagrada emerger el alimento para mi sombra
como siniestra amenaza devoramos los caminos en la bandeja.
He venido a las tierras que ven nacer a diario al gigante
al consolador gigante que nos cubre y alimenta
no hagáis ruido para no turbar su sueño maravilloso
que en una noche similar a ésta habeis nacido.