Espacio de Nenúfares

 

Desciende la voz hasta mi oído cansado
en el silencio de un secreto no revelado yace el dolor
de quien sabe su destino pendiente de hilos náufragos de pecado
el sabor extraño del error hecho, del matiz llevado a la palabra
aúlla en la mano crispada de triste cavilar, de pequeño decoro.

Y en la lágrima de denuedo hablan sus ojos
disueltos en la sal de su esencia la adversa sombra y la triste mano
cansada de detener de su fuerza la serena culpa de hacer y no decir
de mentir con el trazo de los dedos ondulantes
pide su ángulo el momento de rehacer su senda, de reconstruir su paz
Pide en su mano la presencia del ángel que le ayude a llevar su rostro

Las trompetas han comenzado a sonar
vienen desde la espesura el aire cargado de humedad de bosques
el ritmo de tambores que bañan las frentes con sonidos de golpes.
y reposa también el brillo del acerado metal que soportó
el peso de héroes innombrados, olvidados tal vez.

Vienen así a apaciguar
la noche los rumores de corrientes de aguas
que piden ser surcadas mares que extienden sus
brazos para arrullar labios voces que invitan al reposo
y la tregua, a la quietud y el pensar si tan sólo permanezco
quieto en medio de mis ruidos puedo escuchar el tenebroso
marazmo del dolor lejano que está allí detrás de mi puerta.

Gravitan los nenúfares en medio de la noche
como un canto de desgranados matices en la nada abisal
como brazos ardientes abiertos en pugna por abrazar
como pequeñas frases para encontrar en sus ecos
la maravillosa presencia de nuestra propia luz
estoy disuelto en sonidos y estepas que no pueden retenerme
contengo la magia de ignorar las razones de mi propia vida
y puedo sin embargo otorgarla en herencia de blancas almohadas

Navega estas aguas que son mi morada
encuentra en sus trinos mis palabras dispersas
nada que colme las hambres que traes has de encontrar
fuera de tu absoluta palabra, de tu rostro de guardián
esa es mi esencia que hoy yace dispersa en la superficie del agua
que a su vez nutre la música que alienta tu oído
tu oído que como el mío está aprendiendo a escuchar y encontrar.



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