Madrigal Materno


Eclampsia en medio de la noche de la madre austera
la mano en la mano de quien sufre el embate de los ciclos,
!Ah de los tiempos en que el silencio supere nuestros gritos!
éstas madres que ahora navegan las aguas del llanto
sabrán de cierto que el corazón amante no tiene límites.

Marbete las palabras que rodean la áurea faz
de estas féminas de dulces facciones bucólicas,
como inconfeso amor de difuminados nenúfares,
estrellas espirales gravitando los cielos de cerrados párpados
truncados para no ver la herida en que mana la señal.

Mi mano en tu mano, mujer de dolidos pies cansados
vetusta pudibundez en la entraña que se aleja cansada,
soporta la tempestad, soprano de los arcanos cantares,
herida ninfa de los bosques del ser reinante;
somos los reciarios que derrocaremos la supremacía
del ingrato espurio que la noche ha llamado
y en alevosa conjura invocó el terror de la muerte.

Permanece dama de los cabellos altivos al viento
necesito de ti, mujer hija de las aguas y el fuego
me alimeto de tu respirar acompasado de cristales,
requiero la eclosión de tu boca para la lucha
la mano en la mano de quien tiñe los cristales
abre las rosas matutinas y cierra las palabras.

Espero por la eclosión de las profetisas de la paz
aguardo por ti junto a la alabarda del castillo,
sostengo el paso de las horas en mi mano
que está en tu mano.


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