¿Quien Soy?

 


Es una tarea ingrata disertar acerca de uno mismo, qué pudiera decir acerca de mi que sea de importancia para el lector más que habito en un planeta que comparto con uno siete millones de semejantes, con una historia común, con unos ahnelos a veces similares y las más de ellas disímiles. Qué pudiera agregar mas que tengo estudios en Química, aficción por los textos medievales y renacentistas, que quisiera disponer de las herramientas para ayudar a que esa gran masa de afectividades que constituimos al mundo pudiera darse una oportunidad distinta y verdadera.

A mis treinta y cinco años he andado muchas líneas, he visto innumerables rostros y conocido en fin una porción de esto que somos. Tenemos las mismas necesidades, pero enfoques diferentes acerca del mundo y su realidad, posiciones encontradas en torno a hechos concretos y objetivos, pero pienso que es posible aprender de los años vividos por otros en otras latitudes y épocas, me gusta hurgar porque a menudo la existencia se nos transcurre en un muchas veces vano intento de probar fórmulas ya ensayadas y superadas.

De las cenizas de nuestros errores podemos hacer una sociedad más tolerante. No creo en la igualdad porque es antinatural a nuestros puntos de vista, a toda esta variopinta multitud de puntos desde donde mirar la realidad que en fin somos, creo si que cada hombre debe tener las mismas oportunidades para crecer, creer y formar sus valores. Creo que tenemos una responsabilidad muy grande en la confección de esos valores y por tanto, en medio del marazmo terrible que nos ha acompañado está disuelta una culpa nuestra muy grande que no queremos asumir.

Miro al futuro esperando que del fruto del trabajo de nuestras manos puedan alimentarse, nutrirse más bien, las nuevas generaciones. Estamos habitando el pináculo de la historia, todo cuanto nos es dado recordar ha ya sucedido y me duele profundamente que tantas veces demos la impresión de que no ha sido suficiente para haber aprendido las lecciones, las consecuencias de nuestras decisiones.

Quiero mirar detras de los espejos para que sintamos al otro, a pesar de nuestras favelas y de quienes habitan en las alcanrillas de nuestras ciudades cosmopolitas, a pesar de la agonía, el dolor, la dictadura la miseria y la muerte en todo el orbe. Porque creo que si podemos convivir, acercarnos, hacer de este mundo que nos ha tocado en ventura un espacio habitable.

Quiero que mi palabra se identifique con la esperanza y no con la resignación de quien se siente atrapado en su condición, Quiero sonreir, a pesar de lo que hemos sido capaces, porque somos lo mejor que se ha creado en este planeta y lo valemos. Quiero en definitiva andar en el sutil equilibrio que sigue el sendero que limita la rabia, la alegría, la tristeza y la responsabilidad. Quiero que mi palabra sea de aliento y esperanza, sin más, que sea de ayuda.

En definitiva, si has llegado hasta este lugar del sitio has mostrado cierta acuciosidad, te invito a crecer, a seguir buscando entre los hilos interminables del ciberespacio, a revisar la historia entre las líneas de quienes han tenido a bien escribirla para el gozo de nuestros entendimientos, entre las incontables experiencias que rodean una existencia, en aquellos eventos que te permitan encontrar la serenidad y la paz para ti y tus semejantes. Nadie puede hacer ese recorrido por tí y a veces ni siquiera hay quien pueda guiarte a través de los recovecos de tu ser, es tu desafío personal, te invito a la búsqueda.

Después de esto sólo soy alguien más, igual que cualquiera, en cualquier lugar y en cualquier tiempo.

Muchas gracias por tu atención y por el tiempo que me has dedicado.

 

Pedro Mejías     


 

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